La primavera comenzó a derramar su paleta sobre avenida Belgrano. Las mañanas han recibido desde septiembre la riqueza de los aromas y quienes la cruzamos nos sentimos envueltos en ese hechizo tan especial que nos subyuga para volver.
Conduciendo es imposible abarcar toda la escena en esa esquina. Retrocedo entonces y estaciono buscando la sombra, donde el cartel dice: «La vida entre líneas». ¡Qué buen título! Me fascina. Explícito, lo declara todo con escasas palabras. La expectativa me atrapa y llena de ilusión. No puedo pasar y seguir mi camino. Debo entrar.
“Acá seguramente hay un lector, un soñador que anhela encontrar otros lectores”, pienso. O, más aventurero, se embulle él mismo en el ondular de la corriente. Mejor dicho, estoy segura. Y entonces me bajo; quiero conocer a este soñador amante de la lectura.
Efectivamente, un universo de libros me cautiva y allí me recibe, con su siempre dulce y gran sonrisa, aquel casi niño que encontrábamos en la desaparecida librería Paloma: Nicolás Ghiberto. Una nueva librería para Sunchales, otro joven entusiasta embarcado en la aventura de llenar las bibliotecas particulares con libros propios, páginas que conforman definitivamente un ejemplar, un conjunto de palabras mágicas sobre hojas valiosas y hambrientas de lectores que él sabrá captar para enriquecer a los entusiastas amantes de los libros, sumando nuevos emprendedores en el área de la cultura popular desde la niñez.
El nombre histórico de esta avenida «Manuel Belgrano» evoca aquel abogado convertido en militar porque su patria lo necesitaba, así como su posterior donación del dinero que el gobierno le había obsequiado después de ganar dos batallas contra los españoles. Belgrano decidió que el monto debía ser destinado a la construcción de cuatro escuelas: Lo primordial, la educación. Y dentro de ella la lectura, valioso tránsito que nos vincula con la sabiduría.
Nicolás suma su mensaje al mío, refiriéndose al nombre de su Librería: “En el camino de la vida hay líneas paralelas: personas que caminan a nuestro lado día tras día, compartiendo rutinas y silencios; hay líneas perpendiculares; encuentros breves que nos cruzan, nos sacuden, nos transforman. Así como en la vida, también en los libros. Cada página es una encrucijada. Una línea que te acompaña, otra que te sorprende. Una historia que se queda con vos. Creemos que leer no es solo un acto solitario, es una forma de vivir muchas vidas. Porque entre las líneas de un libro puede revelarse un reflejo, un recuerdo, una posibilidad… Te invitamos a encontrarte en las palabras, a descubrir otros mundos y a redescubrir el tuyo. Porque entre estantes y páginas, historias y lectores, lo que compartimos es eso: «La vida entre líneas». Nos dice el joven dueño de la librería, embarcado en la misión de lograr lectores desde la más tierna edad.
