Atilra cerró otro año con una gran Cena Show

La Mosca, en Low Disco.
Desde temprano, el amplio espacio del renovado Centro Cultural Low Disco fue poblándose de afiliados de Atilra e invitados especiales, quienes confluyeron, respondiendo a la convocatoria para darle forma al cierre de los Festejos Nacionales del Día del Trabajador Lácteo. Esta fiesta, que tradicionalmente se realizaba en carpas y allá por fines de octubre, modificó su estructura pero no su esencia ya que los miles de presentes pudieron disfrutar de una cálida noche bajo las estrellas.

Cómodamente ubicados en los diferentes ambientes temáticos del Centro Cultural, fueron agasajados con un servicio de lunch y pudieron disfrutar de las especialidades de las distintas barras de bebidas ubicadas en el lugar. Además, también, como suele suceder con cada evento de este tipo, no fueron ajenas a la ocasión algunas destacadas personalidades del deporte (entre ellas los campeones del mundo Yésica Bopp y Marcos Maidana), así como también periodistas deportivos, entre otros.

La conducción de Roberto «Pipi» Rivero y Marixa Balli, permitió ir presentando sobre el escenario a músicos de renombre y trayectoria como Juan Carlos Baglietto y Lito Vitale, quienes se presentaron por primera vez en la ciudad con su galardonado espectáculo «Más de lo mismo». Los temas clásicos del rosarino se fueron uniendo a tangos y composiciones del repertorio popular que arrancaron una y otra vez múltiples aplausos de los presentes. La atmósfera intimista permitió crear un ambiente cálido y acogedor, estableciendo un vínculo invisible con la platea.

Luego fue el momento de La Mosca, cuyo perfil totalmente diferente, permitió llevar la atmósfera a una marcada celebración. Sus ritmos pegadizos desataron la algarabía y tanto la pista como los pasillos se transformaron en sitios de celebración para todos los presentes.

Luego, ya entrada la madrugada, llegaría Damián Córdoba. El catamarqueño ya conocía el escenario y la gente de la ciudad, desplegando su carisma y entrega que tanto lo caracteriza y tan bien recibido es siempre por quienes lo siguen.

También, a lo largo de la noche, si bien no se contó con el tradicional discurso de Héctor Ponce, sí hubo espacio para la entrega de presentes y reconocimientos hacia los integrantes del Consejo Nacional de Atilra, así como también otros destacados directivos de la entidad gremial, quienes recibieron un copón de cristal de regalo enmarcado en una ruidosa batucada con los característicos colores del gremio.

Las primeras luces del día llegaron al cielo para ir marcando el fin de la fiesta, aunque la concurrencia lejos estaba de retirarse. Los rostros de felicidad del retiro de los asistentes resultó una muestra inequívoca del buen trabajo realizado en esta nueva apuesta que, como se dijo, cambió algunos conceptos y tuvo la aceptación de los presentes.

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