Carta Abierta de Fany Galotto

A mi querida ciudad, a mi querido Sunchales, mi lugar en el mundo, porque es aquí donde decidí vivir, aquí construí mi familia, proyecte mi vida y mi futuro.

Hoy me inunda un gran e inmenso dolor, hay cosas que no se pueden explicar con palabras, no me puedo recuperar, ni puedo creer la maldad de algunas personas, que no miden o no midieron en su momento la magnitud del daño que pueden ocasionar a un ser humano, y toda una familia con infamias, injurias y mentiras, infundadas en qué?… en el me dijeron… en el todos comentan… ¿Con qué fin? El de difamar, desprestigiar, envidia, ¿por política?… Quien tenga una mínima prueba que nos incrimine con la aberración con la que nos tildaron, que se acerque a la Fiscalía del Juzgado Federal de la ciudad de Rafaela, donde nos hemos puesto a disposición de la Justicia para que seamos investigados, es ahí donde se tienen que dirigir, no detrás de una computadora y escribiendo livianamente. No tenemos nada que ocultar.

Hace ya casi tres años fui una de las primeras personas que salió públicamente a hablar del problema de las adicciones en Sunchales, cuando nadie lo hacía, ni se hablaba de la falta de un tratamiento serio en rehabilitación para nuestra ciudad, y lo hice a pesar de todas las recomendaciones de mis seres queridos para que no me involucre en esta problemática por lo compleja que podría llegar a ser.

Para ello dediqué un año de mi vida para capacitarme y realicé el curso Universitario de Operadora Socioterapéutica en Drogadicción, en la Universidad de la Caece en Buenos Aires donde se me otorgó el Certificado correspondiente.
A pesar de lo que me toca vivir hoy, no me arrepiento y por el contrario estoy orgullosa de lo que se logró junto con un gran grupo de personas. Se atendió a muchos concurrentes que pasaron por “Volver” y se siguen atendiendo, es una causa muy necesaria y que requiere el apoyo de toda la comunidad.

Soy una mujer que ha trabajado incansablemente para tener lo que tengo, porque es lo que me inculcaron mis padres y con mucho sacrificio, esfuerzo y compromiso pude tener y lograr cada objetivo que me propuse.

Fui siempre inmensamente feliz, agradecida a Dios y a la vida por todo lo que me dio y me sigue dando a diario.

Estoy muy orgullosa del esposo que tengo, al que amo cada día más, mi fiel compañero, amante y padre de mis hijos, esos hijos que recibimos como regalo de la vida, luego de un largo camino recorrido para encontrarlos, a los que amamos con locura y por los cuales vamos a llegar hasta las últimas consecuencias para limpiar nuestro apellido, un apellido que recién comienzan a escribir con sus primeras letras y están felices de poder hacerlo. Gerardo es un hombre como no había conocido a nadie en mi vida: honesto, transparente, leal, honrado y trabajador, educado, culto, estructurado, firme y recto, autoritario jamás.

Tengo a mi lado a un gran hombre, con las pelotas bien puestas como pocos y con un enorme corazón de león, hemos vivido varias adversidades que al afrontarlas juntos, nos han fortalecido aún más.

Sé que todo esto se va aclarar, tengo la convicción pero sobre todo la tranquilidad que va ser así, creo en la Justicia legal y terrenal, pero más aún en la Justicia Divina, porque hay un Dios todo poderoso que todo lo ve y es el único que podrá calmar el dolor que hoy tengo en el alma.

Muchas Gracias a todas y a cada una de las personas por la gran demostración de apoyo y solidaridad que hemos recibido en estos días, mediante mensajitos, correos, llamadas y personalmente, le pido a Dios que regrese multiplicado por mil a sus vidas todo el amor y cariño que nos han brindado.

Fany M. Galotto.
24.724.063

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