¿Cómo se llevan las cuentas municipales?

Sorprendió gratamente Claudio Borra, Secretario de Economía, Inversión Pública y Cooperativismo cuando, días atrás, en la emisión semanal de Contactos ratificó que en pocos días más se conocerá el resultado de la Auditoría del año 2015 y que ya tienen en marcha la del período siguiente (el anterior al actual que estamos transitando).

Las opciones de control externo de las cuentas públicas son por demás interesantes ya que dejan una doble tranquilidad, tanto para la comunidad como para el propio Estado Local. Así coincidió Borra al sostener que estar controlado de esta forma, permite mantenerse sumamente tranquilo con la evolución de los movimientos económicos de la administración local.

La publicación de los saldos y movimientos de caja (que no hace mucho tuvo que hacer el Concejo puesto que la administración de ese entonces incumplía con dicha Ordenanza) es un buen paso pero resulta insuficiente.

Apelando a la memoria, uno se encuentra con el propio Gonzalo Toselli, que pensaba en su anterior gestión la posibilidad de incorporar la Fiscalía Municipal, un área que precisamente monitoreara a diario los movimientos de las cuentas municipales.

Más acá en el tiempo, el 15 de junio, fue Fernando Cattaneo quien insistió en esta línea, proponiendo un proyecto para crear la «Oficina Municipal de Control y Evaluación Administrativa«. Con un alcance mayor, la misma busca tener la posibilidad de controlar todos los estamentos del Estado Local, entre otras:

  • Recibir las denuncias de personas físicas o jurídicas, respecto a la conducta de funcionarios o agentes de la administración municipal.
  • Investigar a todas las personas físicas y jurídicas, que conforme a esta Ordenanza se encuentran sujetas a su competencia (…) en caso de tomar público conocimiento o tener sospecha razonable sobre irregularidades existentes (…) y sin necesidad de que otra autoridad municipal lo disponga.
  • Denunciar ante la justicia competente los hechos que, como consecuencia de las investigaciones realizadas, pudieran constituir delitos.
  • Disponer la realización de auditorías de gestión en áreas y/o dependencias dentro del ámbito de aplicación de la presente.
  • Realizar el control externo de la contabilidad y finanzas, en forma anticipada y/o posterior a la ejecución, mediante auditorías financieras, de legalidad y de gestión y efectuar la evaluación de programas, proyectos y operaciones.
  • Llevar un registro de las declaraciones juradas de los funcionarios públicos y de sus antecedentes laborales; controlar y evaluar las situaciones que pudieran constituir enriquecimiento ilícito, conflicto de intereses o incompatibilidad en el ejercicio de la función pública.

Se advierte que la intención del edil es precisamente la misma: controlar las cuentas municipales, volverlas transparentes y al mismo tiempo, transformarse en un órgano receptor de notificaciones o denuncias que surjan de parte de la ciudadanía, teniendo como principal accionar posterior el realizar las investigaciones pertinentes.

Aún no se ha discutido esta posibilidad, la cual dejaría al Municipio local en un sitio de privilegio puesto que permitiría avanzar hacia la transparencia y modernización del Estado. También haría, en caso de existir, que no estuviéramos actualmente esperando el Informe de una Auditoría que abarcará la transición de las últimas dos gestiones, haciendo con seguridad que los datos consignados poco o nada digan de todo lo que se habló en los pasillos acerca de las cuentas públicas heredadas y encontradas. Es una lástima porque, con puntos de vista tan disimiles como habían sido aquellos, bueno hubiera sido conocer la verdad de los números. Mejor aún, en un tiempo prudencial y coherente con la importancia de dicho proceso.

Por lo pronto, poco queda en el bolsillo para vanagloriarse de transparencia ya que la estadística dice que, a poco de ingresar en la segunda mitad de la gestión actual, nada se conoce aún oficialmente de cómo han sido los años previos. Y es así como estas demoras -por cuestiones propias o ajenas- terminan dando por tierra con aquello de la transparencia y nada que ocultar que tanta tranquilidad dicen que otorga.

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