La celebración de un acontecimiento comunitario es un evento de gran significancia. A través del mismo se permite experimentar en conjunto aquello que nos une e identifica: en este caso, a los nacidos -o llegados luego- en estas tierras, los sunchalenses, poder evocar la gesta incansable de aquellos que intentaron tres veces colonizar este espacio que hoy nos cobija.
El Municipio ha pregonado recientemente que la intención es la de amalgamar la fiesta de Sunchales con el espíritu de pueblo. Seguramente en esa ecuación entrará la Comunidad como un elemento de importancia. Suena temerario anticiparse pero no resulta tan difícil pensar que en esta oportunidad, serán los sunchalenses quienes estén ausentes de los festejos, no asistiendo en principio ni siquiera las banderas, representantes de los establecimientos educativos locales.
No se debe hurgar en demasía para encontrar argumentos en este sentido, siendo éstos subjetivos y objetivos. Entre los primeros aparecen las alternativas culturales previstas que pueden agradar más o menos a los asistentes; para los segundos basta con pensar en el día y hora elegido, siendo la jornada siguiente un día laboral para la gran mayoría de los sunchalenses.
El tener una fecha de aprobación de planos (punto cúlmine de la Tercera Colonización) diferente a la del Santo Patrono, durante muchos años hizo que se duplicaran las celebraciones. Luego, los colonos optaron por unificar todo para no restar horas de labores en los campos. Independientemente de la postura, siempre se sostuvo el 19 de octubre como fecha aglutinante.
Esta vez será diferente. Habrá un acto con discurso el 18, un show de música nacional y un homenaje a Astor Piazzolla. El 19, en tanto, estará todo centrado en el sorteo de ubicaciones de lotes ya adjudicados… por la tarde, por lo que el asueto al que se invita a adherirse a diferentes sectores (muchos de los cuales ya anticiparon que no se sumarán) cuenta con pocos argumentos. No pareciera ser un día diferente cuando en realidad debiera serlo sobremanera.
Hubo un tiempo en el cual las celebraciones eran populares, con actividades que reunían a la Comunidad en la plaza o diferentes espacios públicos. Ahora, pareciera haberse trastocado todo en actos políticos ocupando el lugar que le corresponde a aquellos. En el medio quedan, los sunchalenses, quienes pasaremos el 19 casi por alto, sin poder tener un festejo, una celebración o un espacio para recorrer en el cual se evoque a quienes nos precedieron.
En este tiempo de resignificación pospandemia, es dable pensar que «Somos Sunchales» representa sostener intrínsecamente valores básicos como el respeto de las fechas importantes.
