El Cemajus cumple 32 años de vida

Resulta infructuoso considerar que la labor docente culmina con el momento de la llegada del trámite jubilatorio. Prueba de esto la constituyen las decenas de docentes que continúan vinculándose con la comunidad de diferentes formas, una de las cuales es precisamente el Centro de Maestros Jubilados.

Más allá de ser un espacio de contención para quienes se van alejando de las aulas, ha sido desde el inicio mismo un ámbito desde el cual impulsar acciones claras en beneficio de la ciudad. Basta con recordar que, tras su constitución allá por el año 1989, su primera actividad fue la de saldar una importante deuda que sostenía la ciudad con los próceres nacionales al donar los bustos de de Sarmiento, Moreno, Belgrano, Laprida y Moreno que aún lucen en sus respectivas avenidas.

Además, el Cemajus logró un importante hito al convertirse el grupo en Madrinas de los restos del Fortín de los Sunchales puesto que previamente habían elevado la iniciativa histórica – cultural denominada «Recuperación de nuestra raíz histórica».

Todas estas acciones no son más que un simple muestrario de lo que se ha ido conociendo a lo largo de los años, debiendo añadirse una cantidad aún mayor de situaciones que no trascienden pero que las tienen como protagonistas.

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