Eric, a un año del terremoto en Haití

La familia Corroto a pleno (Foto: El Litoral).
La familia Corroto a pleno (Foto: El Litoral).
(Por: Mónica Ritacca – Para: El Litoral) – Una noticia internacional conmocionó al mundo el 12 de enero del año pasado. Un terremoto de una magnitud de 7 grados en la escala de Ritcher, generado a una profundidad de 10 kilómetros, destruyó Haití y se cobró más de 300 mil vidas. Las imágenes fueron angustiantes y desesperantes, sobre todo para 14 familias argentinas que aguardaban la adopción de 16 niños y a miles de kilómetros de distancia se enteraron de lo sucedido sin saber qué había sido de sus hijos.

Eric, que por ese entonces tenía 8 meses de vida y esperaba en un orfanato por el calor de un hogar, fue uno de los dos chiquitos haitianos que a un mes de ocurrida la catástrofe llegó a Santa Fe para llenar de felicidad a una familia de Sunchales.

Gerardo Corroto (44 años) y Fany Galotto (35 años) describen a su hijo como un niño feliz que todos los días les enseña algo nuevo y no para de jugar con sus hermanos Esteban (4 años) y Eduardo (15 meses), también hijos adoptivos de la pareja, la mayor parte del día. Se los percibe contentos, aunque reconocen que enero no es un mes fácil de atravesar.

“A esta altura del año pasado, nosotros vivíamos una situación muy difícil y complicada que, sinceramente, no se la deseo a nadie. Un terremoto en el país donde se encontraba mi hijo, que por ese entonces ya atravesaba una situación de extrema pobreza, se destruyó y no sabíamos qué podría haber sido de él. Si bien las primeras informaciones que tuvimos nos aseguraban que estaba con vida, no sabíamos en qué situación real se encontraba, es decir si estaba golpeado, enfermo, con hambre, frío…”, narró Gerardo. Y agregó: “La incertidumbre de aquellos días, que teníamos nosotros y también los otros padres argentinos que esperaban por la adopción, fue algo terrible”.

El matrimonio Corroto tuvo contacto por primera vez con Eric al poco tiempo de su nacimiento, el 6 de mayo de 2009. Pero el primer abrazo entre padre e hijo tras el terremoto fue especial. “Después de pelear bastante con el gobierno argentino, los padres pudimos ir a buscar a nuestros hijos a Haití. El Estado se negaba a darnos la visa humanitaria, por lo que no pudimos viajar enseguida. Estuve 17 días con Eric en su país, mientras que mi señora cuidaba en Sunchales de nuestros otros dos hijos”, contó. Seguidamente, señaló que el 14 de febrero fue el día en que la familia se reencontró en un largo y caluroso abrazo que significó el comienzo de una nueva vida para todos y especialmente para Eric.

Una familia numerosa
A un año del terremoto que conmocionó al mundo, Gerardo y Fany comentaron que el trámite de adopción en Haití concluyó pero aún resta homologarlo en el país. Dijeron que “para la Justicia haitiana nosotros somos los padres adoptivos de Eric y cuando lo determinen los tiempos jurídicos de Argentina también lo seremos acá. Nuestro hijo más grande tiene 4 años y recién el año pasado salió la sentencia definitiva de adopción; por lo que estimamos tendremos que esperar”.

El contacto con los padres argentinos que el año pasado atravesaron por la misma situación de los de Eric es permanente, sobre todo a través de las redes sociales de Internet. Además, la frecuente visita de la directora del orfanato haitiano donde la mayoría de los niños pasó sus primeros meses de vida, con la intención de observar cómo viven y cómo se están desarrollando en Argentina, los mantiene relacionados.

Los Corroto, dedicados en Sunchales a la actividad comercial en una tienda de ropas y en una zapatería, son sencillos. Aseguran que fue la adopción de sus tres hijos lo que les cambió la vida y no se consideran héroes por haber ido a rescatar a Eric a un país lejano y destruido. “Nuestro mayor deseo era ser padres; en poco tiempo dejamos de ser un matrimonio ansioso y pasamos a ser una familia numerosa. Sinceramente, la felicidad que nos causa saber que este año Esteban empieza el jardín de 4 años, que Eric dio sus primeros pasos hace 4 meses y aprendió a decir mamá y papá, y que Eduardito ya empezó a hacer travesuras no se compara con nada. Son la razón de nuestras vidas y quienes todos los días nos llenan de felicidad. ¿Qué más podemos pedir?”, finalizó Gerardo.

Ahora, el cólera
A un año del terremoto que causó la muerte de 300 mil personas en Haití, el país no sólo enfrenta los problemas derivados del sismo, sino también una epidemia de cólera y una crisis electoral luego de los comicios llevados a cabo en noviembre de 2010.

Alrededor de 8 haitianos mueren por día a causa de la enfermedad, número que se redujo en las últimas semanas. Junto con ella, uno de los principales problemas que más afecta a la población por estos días es el de la vivienda: más de un millón y medio de personas fue desplazado de su hogar luego del sismo y, de esa cantidad, alrededor de 800 mil continúan viviendo en campamentos, precarias tiendas de campaña o bajo carpas y lonas.

Aunque se estima que la reconstrucción del país más pobre del continente americano podría demandar 30 años, la Organización de las Naciones Unidas se comprometió a acelerar el proceso este año y a destinar unos 3.000 millones de dólares en proyectos.

“Adoptar en la Argentina es difícil”
Eric no es el único hijo adoptivo de Gerardo Corroto y Fany Galotto. Tiempo atrás, el matrimonio decidió adoptar a Esteban, un niño misionero que en la actualidad tiene 4 años, y a Eduardo, que tiene 18 meses y es santafesino.

“Adoptar en la Argentina cada vez es más difícil”, explicó el papá de los niños sobre por qué optaron por la adopción internacional en el caso de su segundo hijo. Y contó: “A Esteban lo fuimos a buscar a Misiones después de recorrer durante dos o tres años el país. Luego de adoptarlo, seguimos buscando por todos lados hasta que, visitando una página de Internet, dimos con una mujer que había realizado los trámites y conseguido su objetivo en Haití y ahí empezó nuestro proceso. Sólo demoramos tres meses en reunir toda la documentación, la misma que nos requerían en la Argentina. Luego, pasamos por Cancillería para legalizarla y la mandamos a un traductor de Francés porque ése es el idioma oficial de Haití. Posteriormente, iniciamos el proceso de adopción”.

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