Varias veces pareció que se iba todo entre las manos… que la posibilidad histórica que brinda este certamen breve y un premio mayor se escurría entre limitaciones, errores y posibilidades dilapidadas. Sin ir más lejos, un par de semanas atrás, de estar casi puntero, perder con Tiro Federal y estar casi afuera de la pelea.
Pero -dicen algunos cabuleros del fútbol- la suerte del campeón siempre acompaña. El resultado necesario llegó, las chances volvieron a estar y el cierre tiene todos los condimentos para derivar en una tarde épica. Porque frente a Libertad y buscando con toda su historia a cuestas lo mismo, estará Talleres de Córdoba.
Si bien dentro de la cancha serán once contra once, difícil sea que pasen inadvertidos «los de afuera». La venta en pocas horas de 38 mil localidades hicieron que la «T» marcara con firmeza cuáles son sus expectativas. La categoría le queda demasiado grande y busca ir encontrando su lugar de pertenencia. Del otro lado, estarán los Cañoneros, con similares ilusiones y un desafío mundialista, alentados por unos 500 hinchas.
La paridad de la Zona hará que además de lo que suceda en el «Mario Alberto Kempes» se le sume el resultado de Unión de Mar del Plata, el tercero en discordia. Otro condimento es la suspicacia de la dirigencia de Ferro de La Pampa, rival de los marplatenses, quienes especulan con reservar algunos jugadores para la definición de la Liga local.
En caso de ganar Unión y hacer lo propio Libertad o Talleres, la definición se postergaría puesto que habría un partido desempate en cancha neutral. Por lo pronto, primero hay que hacer los deberes dentro de su propio partido.
