Las manifestaciones del arte sunchalense

El Liceo Municipal lleva años de historia artística en la ciudad. Diversos profesores de distintas disciplinas estuvieron a cargo del dictado de clases y un sinnúmero de alumnos desfilaron por los espacios destinados para tal fin. En la actualidad desarrollan su valiosa tarea 24 talleres y allí se nutren de habilidades y sabiduría 743 alumnos activos y entusiastas.

En un principio desenvolvió su accionar en el ámbito de Amigos del Arte, institución señera fundada en 1940. Esta surgió como Centro de Cultura Musical y al carecer de ámbito propio, las reuniones tenían lugar en el domicilio de Bosch, su presidente, hasta que en 1945 se adquirió el edificio lindante, en la esquina de Pellegrini y Juan B. Justo.

Corría 1980 cuando se firmó un convenio con la Municipalidad de Sunchales para que el Liceo funcionara allí, comprometiéndose el ente gubernamental con los arreglos del edificio. Este fue cuenco de las artes desde los pequeños hasta la creatividad adulta durante 15 años, porque en 1995 se mudaron al espacio adquirido a la antigua firma de la Fábrica Rotania Hnos.

Hoy es un múltiple escenario policromo y pleno de sonidos que inundan la ciudad; provienen desde el sureste las fibras artísticas más variadas que anualmente nos muestran sus logros eximios para deleite de autoridades, familias y sunchalenses. “El presente es orgullo del pueblo // el mañana entre todos se hará…”// rezan las estrofas de la Marcha a Sunchales, creación del poeta local Mario Vecchioli.

Continuamos elaborando ese presente y sumamos en forma permanente el mañana. La incorporación de las Cocheras de Rotania y posteriormente la construcción, en el predio aledaño, de la Casa de la Cultura, la Historia y el Bicentenario, dieron amplitud y visibilizaron aún más la exquisita materia prima que allí se cultiva.

No fueron suficientes estos espacios y se sumaron los barrios, vecinales y la Casa de Steigleder, levantada en 1885 por este agrimensor y colonizador alemán. Aunque no dependan del Liceo, las actividades están bajo áreas municipales para otorgar mayores conocimientos y beneficios a través, esencialmente, de las artesanías y otras habilidades.

Dibujo y pintura, Porcelana en frío, Cerámica, Danzas clásicas, Danzas árabes, Danzas contemporáneas, Tango, Ritmos Latinos y de Folclore: Semillitas, Suncho y Pampa, Ballet, Malambo, Afro peruano boliviano. Ajedrez, Lengua de Señas, Canto, Teclado, Batería, Percusión, Guitarra, Audioperceptiva. Los Talleres constituyen mucho más que un ramillete de posibilidades donde abrevar la magia artística.

Cuando noviembre despide las últimas hojas del calendario brota el arte en la ciudad. Se muestran al conjunto de la comunidad los logros obtenidos. Profesores y padres, autoridades y la población en general, disfrutan públicamente de lo que se ofrece sobre los escenarios con la galanura que le es propia a cada intérprete. Una vendimia de frutos culturales se entrega como riqueza cultivada en los surcos del arte que fluye con generosidad. Y este año no fue la excepción al exhibir y ostentar el despliegue de los resultados producidos. Suele decirse que… “Un logro espectacular está siempre precedido por una preparación también espectacular”.

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