Owen y un nuevo desafío: Recuperar el Aermacchi de Malvinas

Así lucía el 115 y al lado, los otros dos Aermacchi, en un hangar de Estados Unidos.

«Hay que soñar en grande», dice con total calma y tranquilidad quien sabe en carne propia cómo se forjan las leyendas. Es que el accionar de Owen Crippa en la Guerra de Malvinas sigue siendo tema de estudio en múltiples sitios, destacándose la audacia, valentía y habilidad demostrada en esos pocos segundos.

No obstante, fiel a la historia de nuestro país, pasados unos años, la venta de aquel Aermacchi para poder cubrir una necesidad económica mostró a nuestra Argentina en carne viva. Lejos de consumirse, esta historia sigue teniendo vigencia a punto tal que ahora está desandándose el camino para la repatriación de esa aeronave.

El propio Owen ha decidido tomar el comando de las acciones y junto a un grupo de entusiastas encabeza una campaña que permita recaudar los fondos necesarios para cubrir el costo de la adquisición del avión (o de uno de los dos que también voló pero que al no ser el 115 de la maniobra se ofrecen a un valor más bajo), su traslado y posterior radicación en nuestra ciudad. Son varias etapas que se vienen ejecutando de manera simultánea y el desafío está en que sea un proceso participativo puesto que si bien los valores podrían llegar a ser afrontados por empresas o privados sin que esto signifique una fuerte erogación, la intención es que sea la propia comunidad argentina la que tenga un rol activo.

«El proyecto tiene varias partes. La primera etapa es comprarlo, embalarlo, ponerlo en un contenedor, y transportarlo hasta nuestro país. Para eso necesitamos alrededor de 50 mil dólares. La segunda etapa en el armado del avión es comprar las partes que falten para completarlo y construir el lugar donde será depositado. La última etapa será en ese espacio construir un museo interactivo, donde tengan participación todos los que hayan actuado en la guerra, mucho de ellos hoy todavía desconocidos e ignorados. Los tripulantes de los buques pesqueros, los de ELMA (Empresa Líneas Marítimas del Estado), tripulaciones de aviones de empresas privadas, aerolíneas y gobernaciones, y por supuesto Gendarmería Nacional, Prefectura Nacional, Ejército, Fuerza Aérea y Armada», expresa Crippa.

«Para las dos últimas etapas, no tengo todavía presupuesto, hay gente trabajando», completa. Pero aquí también, cuando habla, se transforma el semblante de este héroe de Malvinas puesto que la intención es poder además encadenar acciones que reflejen otras participaciones -como antes se mencionó- y la posibilidad de incorporar egresados de carreras que se dictan en la zona y que pueden aportar conocimiento acerca de lo que se necesita para llevar este sueño a una realidad.

Pasaron muchos años y en un hangar de Estados Unidos, los tres aviones esperan pacientes por su regreso a nuestro país. No es simple la negociación ni mucho menos la tramitación puesto que no dejan de ser aviones de guerra. Las trabas de todo tipo -impositivas, legales, de acceso a divisas- también hacen lo suyo pero la determinación demostrada hace que cada vez más gente se vaya sumando a esta patriada, aportando contactos y conocimientos.

Precisamente, resulta difícil quedar al margen frente a este desafío porque el sentimiento malvinero nos atraviesa como sociedad. Sunchales y la región le ha dado a este proceso vidas y esta posibilidad no hace más que generar la alternativa de reconocimiento y homenaje hacia quienes quedaron en el Sur.

Además, hay ya líneas de participación definidas, pidiéndose especial atención al chequeo de los datos para que los mismos sean correctos. Los depósitos deberán hacerse en la Cuenta Corriente Especial en Pesos Nº437609458188023 y Alias: QUESO.CICLO.SUELA abierta en el Aeroclub Sunchales, cuya razón social es Aeroclub Sunchales Cuit: 30-63333114-2 CBU 2850376740094581880238

Owen, en el 115 que piloteó haciendo sus reconocidas maniobras.

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