Se cumplen 223 años de la creación del Fuerte «La Virreyna»

La historia de la ciudad comenzó a escribirse allá por el 11 de abril de 1796, cuando el Fuerte era conocido como “La Virreyna” y tenía por delante una historia de más de dos siglos para desarrollar lo que hoy en día es Sunchales.

En el caso del Fuerte de Los Sunchales, se destaca que en el año 1790 la gobernación de la provincia de Santa Fe proyectó su construcción, pero por falta de recursos no se iniciaron las obras, enviando solamente a 25 hombres. Además del resto de los datos históricos relacionados al lugar, se menciona más adelante que las dos primeras colonizaciones de Sunchales lo tuvieron como centro, ya que los pobladores buscaban la seguridad que les proporcionaba, configurando así “un valioso patrimonio para la ciudad, ya que la distinguen entre las poblaciones y la enriquece en su tangible realidad histórica”.

Las versiones existentes sobre el inicio preciso del asentamiento, difieren unas de otras. El propio Basilio Donato, en «Sunchales: Los hechos, los hombres y las instituciones que forjaron su centenaria historia», da cuenta que «según el historiador santafesino Manuel Cervera, en 1780 existía un asentamiento sobre el cual se asentaría el fuerte Los Sunchales, también denominado «La Virreyna», que para ese entonces contaba con 500 habitantes. Este dato nos habla de la importancia de este primer asentamiento, especialmente al compararlo con la población de los fuertes de la provincia de Buenos Aires para la misma época: Mercedes 464 habitantes y Salto 421 habitantes. La trascendencia del fuerte Los Sunchales derivaba de la misión defensiva que cumplía para con las estancias de la zona y especialmente para con el camino al Alto Perú, de intenso tráfico comercial».

La Ordenanza N° 2723/2008 lo declaró como Patrimonio Histórico Municipal, abarcando el terreno circundante al emplazamiento de la edificación.

Historia del Fuerte de Los Sunchales

(Por: Gervasio Frugoni Zabala) – El fuerte de Los Sunchales, también conocido como el de “La Virreina”, fue construido hacia la década de 1790 por órdenes del Teniente Gobernador Prudencio María de Gastañaduy, como parte de una serie de fuertes destinados a proteger la frontera norte de Santa Fe de las incursiones aborígenes.

Me tomo el atrevimiento de discrepar con Basilio María Donato en lo que respecta a la fecha de creación del fuerte. La construcción del fuerte no se inicia el 11 de Abril de 1796, año en el que el Teniente Gobernador Gastañaduy inició su proyecto de defensa de las fronteras, existiendo testimonios que dan cuenta de la preexistencia del mismo. En esa fecha se decide la creación del mangrullo y de la capilla del fuerte, pero el establecimiento del mismo se había iniciado previamente. Ninguna de las fuentes consultadas brinda una fecha precisa para la fundación del fuerte, por lo cual deberemos aceptar que las actividades se iniciaron en algún punto entre 1790 y 1796.

Las primeras referencias al poblado de Los Sunchales, que aparece en las fuentes más tempranas bajo el nombre de “Los Unchales”, preceden temporalmente a la construcción del fuerte. Nos dan cuenta de la preexistencia del poblado los testimonios de Bernardo Alemán y del propio María Donato, basados en referencias dispersas de algunos cronistas del período.

El poblado adquirió una mayor relevancia con la intensificación del tráfico comercial hacia el Interior y el Alto Perú en la segunda mitad del siglo XVIII. Según Bernardo Alemán, «allí existían unos pozos o pascanas y era ese lugar de parada obligado de las tropas de carretas, arrias de mulas y viajeros en general” que transitaban desde la ciudad de Santa Fe hacia Santiago del Estero y el Alto Perú.

En poco tiempo la población del fuerte superó los mil habitantes y éste se convirtió en un fuerte de primer orden. Al tratarse de un fuerte de primer orden habría tenido unos cuatro cañones, que servían para alertar a las poblaciones vecinas sobre el ataque de los malones.

Su función principal era la de proteger a los comerciantes que iban hacia Santiago del Estero y el Alto Perú frente a los ataques de los aborígenes del Chaco. Por otra parte, su creación fue impulsada por los grandes propietarios de tierras de la ciudad de Santa Fe, como resguardo ante los ataques indígenas a las haciendas y estancias.

Según Donato, para la expedición de Manuel Belgrano hacia el Paraguay el fuerte tuvo que entregar 60 de los 78 blandengues que poseía y al menos dos de sus cañones. El fuerte habría quedado desprotegido y se vio diezmado por sucesivas incursiones aborígenes en los años subsiguientes (especialmente en los años 1828 y 1834). Se realizaron intentos de repoblarlo en 1837 y 1865.

Hacia 1870 el fuerte cesó en el cumplimiento de sus funciones. Se trataba de un contexto muy distinto al que lo había visto nacer. Los territorios que anteriormente pertenecían al Virreinato del Río de la Plata eran ahora independientes y se estaba consolidando un Estado central en Buenos Aires. Las incursiones de aborígenes chaqueños habían quedado atrás. Ahora era el Estado Argentino el que, a través de las campañas de la “Conquista del desierto” avanzaba sobre el Chaco y los territorios pampeanos y patagónicos expulsando a los indígenas de dichos territorios.

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