La ciudad de Sunchales nunca fue fundada. Sí, colonizada. No muchos lo saben; pocos comprenden la diferencia y la mayoría le resta importancia. Los maestros se esmeran en mostrar los testimonios de la colonización, pero, luego el concepto se diluye.
Su nombre, Sunchales, no es un apellido. Proviene de una planta. En plena pampa gringa poblada de nombres propios, Sunchales suena a silbidos, a llamado de aves.
Tenemos una historia peculiar: tres colonizaciones, pero ningún nombre dominante de la escena fundadora. En esas tres colonizaciones, se pone mucho énfasis en el ataque de los malones, muy poco se cuenta del belga La Mot, quien recibió del gobernador Simón de Iriondo (1836-1883), el poder de colonizar, pero que su mala administración, obligó a los colonos a abandonar las tierras por espacios más reconocidos como Esperanza, Humboldt, entre otros.
Urgidos por la importancia de tener historia, abordamos la tercera gloriosa colonización. En ese período, aparecen Carlos Cristiani como el dueño de las 20 leguas y Carlos Steigleder, el agrimensor que trazó los planos de la colonia. Esos planos fueron aprobados el 19 de octubre de 1886, motivo por el que los sunchalenses eligieron ese día como fecha evocadora del logro de aquellos hacedores, dentro de los que se destacaba la figura de Carlos Steigleder.
Steigleder fue luego, el primer presidente comunal, pero no su fundador. No obstante, en Wikipedia, la enciclopedia libre, en la página de Sunchales, aparece: “Fundación: 1798-1886 (Carlos Steigleder)”.
El hecho que se haya protegido su casa y se haya elegido la fecha de la presentación de planos como el día de Sunchales, pusieron a Steigleder en el lugar de esa figura fundadora, paternalista y con poder, la que parecen necesitar los pueblos.
Conocemos a Rafaela fundada por Guillermo Lehmann a quien también se le adjudica la fundación de 16 prósperas colonias entre las que se destaca Rafaela; Colonia Aldao, fundada por Camilo Aldao; Palacios, Pedro Palacios. Podríamos seguir buscando otros tantos fundadores para encontrar figuras, cuyos nombres le dan paternidad al pueblo o ciudad. Sunchales, no tiene fundador.
Que se le otorgue a Carlos Steigleder ese título, responde a una necesidad de colocarlo en el lugar que nadie ha ocupado, pero que lo merece por su afanoso empeño, el que luego será base de una ciudad próspera. Se me ocurre que el tiempo acabará por designarlo definitivamente como fundador de Sunchales y el título de la obra literaria de Chela Lamberti “Lo llamarán fundador” (2011) será un signo de premonición.
___
Griselda Bonafede
