A la escuela Florentino Ameghino

Como acontece en cada reencuentro, el acto de nuestros 51 años de egresados, pandemia de por medio, en la añorada y preciada escuela Florentino Ameghino, ha sido un tiempo donde han confluido diversos sentimientos que nos han emocionado. Esa emoción que solo se exterioriza cuando el recuerdo es franco, puro, noble, pleno de anécdotas que se vienen de pronto a nuestra mente y que nos permiten retrotraernos hacia nuestra infancia.

Este reencuentro que agradecemos desde lo profundo de nuestros corazones, nos ha refrescado esa frase que alguien escribió alguna vez que dice que “aquello que uno aprende de chico, queda impregnado en el ser, sella el corazón y determina la esencia de las personas”.

Por ello, resaltamos los conocimientos aprendidos y los afectos que se han sumado en nuestras vidas, gracias a las enseñanzas pedagógicas y humanas recibidas hace más de cinco décadas atrás. Está claro que el apego que teníamos para con la escuela se explica porque no sólo era nuestro lugar para formarnos, sino también para socializar, para hacer amigos.

En nuestra mente y en nuestra alma han quedado grabadas las clases, las aulas, los ruidos que traspasaban las ventanas entreabiertas, la tan querida campana que nos permitía acceder al encuentro en el patio, todo ello sumado a la noble vocación docente de quiénes, con amor y alto compromiso, nos enseñaron… indudablemente, la escuela es el mejor lugar para un niño, para un joven, para un adulto…

Y en estas líneas de inmenso agradecimiento a la comunidad educativa, a las y los docentes que nos enseñaron en aquellos tiempos y a la comisión de ex alumnos que organizaron este sentido Acto, destacamos y valoramos la misión educativa de nuestra querida escuela durante toda su vida institucional, celebrando su prolongada, fructífera y continua trayectoria de logros y niños formados para seguir.

Nos enorgullece ver a nuestra escuela como una institución activa, abierta, con objetivos claros, una escuela que valora profundamente el legado de sus fundadores y su pasado, que busca actualmente la calidad en sus acciones y se esfuerza por responder a nuevos desafíos, una institución permanentemente en vínculo con su comunidad.

Gracias por permitirnos este encuentro, porque ha revivido en nosotros la feliz sonrisa de nuestro niño interior.

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