Día de la Paz: Encuentro organizado por el Espacio de Diálogo Interreligioso y Casa de la Pax Cultura, Nodo Sunchales

El pasado jueves 21, se celebró el Día de la Paz. La doctora Florencia Nuñez abrió el acto organizado por el Espacio de Diálogo Interreligioso y Casa de la Pax Cultura, Nodo Sunchales, quienes adhieren al lema de este año de Naciones Unidas: “Paz, dignidad e igualdad en un planeta sano”.

Ningún lugar más propicio que el Espacio de Diálogo Interreligioso, sito en Ciudad Verde, para hablar de la paz porque tiene el privilegio de haberse construido para un objetivo de índole espiritual, se presenta como antípodas de lo material, se abre para que los seres humanos se encuentren, respeten sus creencias y acepten la fe del otro, como válida para generar empatía. En ese ámbito se habló de la paz, palabra breve, intensa y buscada por todos.

El Gerente de Fundación Grupo Sancor Seguros, Sr. Javier Di Biase dio la bienvenida a los presentes e introdujo el motivo convocante.

La bandera de la paz enmarcaba el acto. Paño blanco con tres esferas de color magenta, rodeadas por un círculo del mismo color en el fondo blanco forman un triángulo equilátero con el vértice hacia arriba. La doctora Marina González explicó el significado de la misma: “La Bandera de la Paz es un Símbolo Universal. Fue aceptada unánimemente por todos los países de América, el 15 de abril de 1935 en la Casa Blanca en Washington, firmándose el Pacto Roerich de la Paz, para preservar así el acervo cultural de la humanidad. De ahí su gran fuerza.”

“Su iniciador fue el artista Nicholas K. Roerich quien escogió este antiquísimo símbolo de Unidad y Paz, por su significación y aceptación universales, ya que aparece en casi todas las culturas y religiones, y es respetado por todas ellas.”

Foto: Prensa EDI.

Para resaltar la figura de Nicolás Roerich (1874—1947), usó la palabra la Sra. Nidia Lorenzone; dio a conocer la trayectoria de este artista, filósofo, escritor, fundador del movimiento internacional de protección de la cultura, ser excepcional convencido de que la unidad se logra dentro de la diversidad

Dentro de los invitados a usar la palabra y compartir la voz de su fe, se encontraban presentes representantes de la Comunidad Mutual Israelita de Moisés Ville, Jazán Joaquín Torres Karchevsky y el Rabino Luis Liebenbuk, Elio Molina, por la iglesia “Visión de Futuro”. El cura párroco de la iglesia católica, presbítero Fernando Sepertino, se sumó mediante un video en el que dejó su mensaje.

Oír sus voces desde la fe que sustentan permite ampliar las visiones hacia el camino de conciliaciones, de senderos que parecen opuestos, pero decididamente nos dirigen hacia la luz de la paz. Hay evidencias en sus palabras; una invitación a escuchar desde los corazones y sumarse a la oración que pide y agradece, que alaba y ofrece.

Una de las fundadoras de la Casa de la Pax Cultura, Santa Fe, Sra. Estela Tustanovsky, se sumó a los oradores haciendo hincapié en la importancia del día de la Paz y el motivo de su imposición un 21 de setiembre, coincidente con el equinoccio de setiembre. Su voz contagió el entusiasmo que porta desde el hacer dentro de la Asociación Casa de la Pax Cultura, cuyos objetivos son la construcción de una Cultura de Paz. Dejó en el aire una estela de serenidad.

Para cerrar el acto, voces de niños dirigidos por la profesora, Claudia Garrini, acompañada por Elvio Samudio, cantaron, con el hálito angelical que solo portan los niños, cánticos inherentes a la paz.

Foto: Prensa EDI.

En el tiempo compartido, la palabra paz pasó a formar parte de un colectivo común por deseada, por esquiva, por lejana, por amiga, la paz estuvo en el semblante de quienes quisieran asirla y no dejarla escapar.

La paz es un gigante con tres letras. ¿Qué no se ha dicho sobre ella? ¿Quién no la invoca? Es un vocablo que pinta de blanco, acaricia pieles, tiene gusto a harina. No tiene cuerpo. Es abstracción, es deseo. Se escapa, se esconde, enciende mechas. Se siente cuando llega y también cuando se va. Se enseñorea instalada en las almas.

Paz no es antónimo de guerra; es el opuesto a ese obstáculo que le colocamos los seres humanos para no dejarla anidar en nuestros cuerpos.

El espacio de diálogo está creado, se ha materializado por fuera y por dentro. Un lugar que invita a iniciar el camino que soñó Mahatma Gandhi cuando dijo: “No hay caminos para la paz, la paz es el camino”.

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Griselda Bonafede

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