«Vos sabes… -me dijo un técnico de Unión, unos años atrás- esto «ya es profesional», tendrías que esperar afuera, o sea de la reja «para afuera», no te podes más meter en el pasillo o en el vestuario para hablar con el técnico o los jugadores, además, si te quedas charlando con el utilero es como que «lo comprometes»… me entendés?», acotó con convencimiento.
«La pucha», que cambiado está todo, me dije, ni siquiera puedo tomar un mate con Rubén… verdaderamente, será esto ser «profesional»…?, me pregunté. A lo cual hoy en este proceso, con estos dirigentes, este cuerpo técnico y con estos jugadores, me contesto: Mentira, todo es una gran mentira (como diría Valeria Linch), ya que ahora volví a caminar por los vestuarios (siempre con el debido respeto), charlar con el técnico y los jugadores, y hasta, cuando tiene yerba tomarme un mate con Rubén u Osmar, tipos respetuosos los utileros, si los hay.
Esa «verja y puerta de hierro», ayer fue fiel testigo del festejo entre los hinchas, jugadores y cuerpo técnico, incluyendo al utilero, después del partido, dejando así demostrado que… para ser profesional, no es necesario hacer esperar al periodista… detrás de la puerta de hierro (a la gente de Unión gracias por la confianza, y que esto sirva para que ningún técnico que venga a reemplazar a Tosetto (algún día), les haga creer que la puerta de hierro forma parte del profesionalismo.
