La última diva: No te la pierdas

¿Córdoba, Buenos Aires, Mar del Plata? La distancia nos aleja y a pesar de ella, muchos amantes del arte escénico recorren largos trayectos para ser consumidores del teatro nacional en las grandes urbes. Tal vez, hacen propicio un viaje de negocios o de trabajo para sumar una noche con el deleite de las tablas y la actuación de intérpretes de trayectoria reconocida.

¿Para qué tan larga travesía destinada a consumir la trama de algún eximio escritor y la puesta en escena del drama o la comedia surgida del genio creativo según el arte literario? El oro también se encuentra en sitios más cercanos, quizás familiares, con raigambre conseguida merced al estudio, la conducción recibida y las virtudes personales que afloran liberadas.

Roberto Cerri, Pablo Gamero, Cecilia Gonella y Gerónimo Palacios, bajo la dirección de Gabriel Fiorito, interpretaron la comedia “La última diva”, de Sebastián Vigo. El suceso tuvo lugar en el amplio salón con escenario construido por el Club de Abuelos de calle 9 de Julio. Un espacio que suma nuestra admiración por los logros de este laborioso grupo que pudo lograr mediante el esfuerzo un nuevo ámbito social y cultural para Sunchales.

Un actor con trayectoria ya definida y muy especial como la de Roberto Cerri en el rol de Diva, añade al polifacético Pablo Gamero, así como al original Gerónimo Palacios- esposo de la Diva- y Cecilia Gonella, la joven con sueños de “diosa” para emular a la ya consagrada Diva. Los cuatro conforman un elenco que maneja con fluidez y seguridad el relato, el baile, el canto, la mímica, la expresión exagerada y enfática, toda una gama de modulaciones, gestos y espontaneidad sumativa que produce el brillo de una obra desopilante.

Por momentos, el paroxismo convierte la acción en apología concreta del delito y el inesperado cauce del argumento capta nuestro asombro provocando risas y entusiastas aplausos. El autor, Sebastián Vigo, podría llegar a Sunchales para ser espectador frente a este desarrollo consagrado de su inventiva literaria, según el comentario de Gabriel Fiorito. El director, además de agradecer al público que los acompaña, siempre felicita y estimula a cada uno de las intérpretes. Es el docente que ve cristalizada su enseñanza y los frutos provienen de las entrañas de Sunchales, su ciudad natal.

Se proyectan repeticiones y seguramente, como ya nos tiene habituados Fiorito, deberá reiterar la obra a pedido del público después de leer a la prensa y escuchar los comentarios de quienes la recomiendan. Ocurre aquí, en esta ciudad. Nos pertenecen, son nuestros artistas. El ser humano es capaz de enfatizar, ponderar y robustecer un argumento. Las apreciaciones de quienes ponderaron la obra producirá, seguramente, el consumo futuro de los demás sunchalenses. No se la pierdan.

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Chela Lamberti

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