En el transcurso de estos días se evocó el Séptimo aniversario del Vivero Inclusivo «Sembrando Sueños» y aunque no se celebró formalmente, también se cumplió el segundo año de la inauguración del «Paseo de la Historieta Sustentable».
En realidad es la segunda etapa de esta iniciativa, la cual tiene varios puntos interesantes por destacar. El primero emerge desde sus cimientos ya que resulta imposible iniciar cualquier consideración sin recordar que en este espacio se ubicaron años atrás lagunas de tratamiento de residuos cloacales. Haber recuperado este predio es el primer hito a reconocer. Por la misma senda transita aquella idea de radicar en un mismo sector varias entidades intermedias a fin de que se potencien en el intercambio diario.
Pero a pesar de tener solamente dos años y una base de sustento por demás interesante, lo cierto es que en la comunidad es muy poco lo que se sabe de este espacio. Tampoco ayuda el hecho de que en tan poco tiempo transcurrido, todo se haya deteriorado a punto tal que sólo queda la pintura del piso.
Es aquí donde comienzan a surgir las preguntas: ¿cuál fue el objetivo de desarrollar un espacio así si no se difundió? ¿Qué rol cumplen las escuelas, áreas en donde seguramente podría aprovecharse lo originalmente generado? ¿qué fue del material didáctico impreso a todo color, en alta calidad de papel, que se presentó en aquella ocasión? ¿No se pudieron reparar los personajes apenas se fueron dañando? ¿no se adoptaron medidas para evitar actos de vandalismo?
Por otra parte, si bien resulta complejo intentar medir utilidades económicas con impactos intangibles sociales, culturales o educativos, al ser dinero público cabe la pregunta ¿cuánto salió todo este proyecto? ¿se pudo amortizar o estaba destinado a funcionar un puñado de meses únicamente? Los videos especiales, con filmaciones de drones y demás despliegue tecnológico ¿qué aportaron?
A futuro, también nos quedan otras dudas acerca de si en alguna oportunidad se podrá no solo recuperar lo invertido, sino avanzar en lo restante puesto que había otras etapas por delante, para seguir profundizando esta idea del «Paseo de la Historieta».
Hoy en día, quienes concurran a las Ferias Ecológicas -que funcionan de muy buena manera- tendrán muchos inconvenientes para poder apreciar el resto. A la ausencia de las figuras de Gaturro, Hijitus, Yo Matías y Manuelita, se les fueron sumando los daños a la cartelería existente, haciendo que prácticamente no quede referencia alguna.
Dos años solamente. Elian Chadi estuvo varios días en la ciudad coordinando las pinturas del piso que terminaron siendo lo único que sobrevive.
