Desde el vamos quedó la sensación en «El Hogar de los Tigres» que podía ser una buena noche para Libertad. Con las primeras conversiones, el puño cerrado, apretado de Sebastián Saborido, dejaba entrever que sería una jornada extensa y que a la vez podía traer más trabajo. El triunfo obliga a aceitar la logística para emprender rápidamente el viaje a Mercedes, descansar en Corrientes y esperar por el sábado para dirimir este pleito que definirá qué equipo arranca ya la semana entrante Cuartos de Final ante Ferro, en Buenos Aires.
Por lo pronto, los aurinegros hacían su parte, imponiéndose, adelantándose (20-12) e intentando dominar a un rival que cada vez que veía un resquicio se sacudía y se acercaba en el tanteador en tan solo un puñado de ofensivas (25-21). Luego otra vez se adelantaba Libertad y lo perseguía Comunicaciones: 48-38 cerraron el primer tiempo y 53-40 arrancaron el tercer cuarto, reaccionando la visita para ponerse bien cerca 54-53.
La presión estaba sobre los locales, que sabían que no disponían de margen de error. La visita hacía su juego, forzaba un final cerrado y tratando de estar arriba para presionar aún más pero en el tramo final reapareció el Libertad combativo, concentrado, que muerde, raspa y no se entrega para darle forma a un tramo de alto vuelo que le permitió tomar nuevamente las riendas del partido para alejarse con determinación con un 25-13 para redondear un claro 91-75, enviando un oportuno mensaje a su rival, adelantándole que no será aquel elenco timorato del martes sino este que busca seguir haciendo historia.
