Portadores de buenas conductas

Culminación de un proyecto sobre educación vial elaborado por la Escuela N° 1212, 28 de Junio de 1996.

Aquellos que transitaron la escuela primaria y secundaria en la década de los noventa, recordarán las visitas de las famosas “Naranjitas” (o “Frutillitas”), quienes eran las responsables de controlar el tránsito en la localidad. Su nombre se debía al color de su uniforme, el nombre oficial era Agentes de Tránsito.

En esas charlas, se educaba a los estudiantes sobre aspectos del tránsito, por ejemplo: cómo ir en bicicleta, las señales que debían hacer al doblar, que el semáforo también controlaba a los peatones, que cuando subíamos a la vereda o ingresábamos a la plaza había que bajarse de la bici, entre otras normas.

Pero la vida en la zona urbana de Sunchales cambió, las «Naranjitas» no están más, sino que tras decisiones políticas, todo pasó a la órbita de la GUS (Guardia Urbana Sunchalense)… aunque la historia no termina allí puesto que hace unos días, en el Facebook del Municipio se le dio la bienvenida a cinco agentes del área Vial (todo vuelve), porque hay más habitantes y también menos responsabilidad, porque se debe exigir más. También hay menos respeto a esas autoridades que nos deben cuidar y guiar para ser buenos ciudadanos.

Diseño y confección de cartel enmarcado en un proyecto de seguridad vial de alumnos de cuarto grado del Colegio San José, año 2005.

Hace unos días, los miembros de esa entidad se reunieron con alumnos para volver a dialogar sobre estos temas, pero el discurso cambió, ahora los niños y niñas deben ser los «Portadores de buenas conductas» (tal el nombre de la charla), es decir, educar a los adultos y no solamente cumplir las obligaciones que tienen como peatones y conductores de bicicletas.

Y todos pensamos igual: los portadores de buenas conductas, ¿no deberían ser los adultos? ¿No deberían ser ellos quienes cuiden a los más pequeños?

En estas reuniones, surgieron muchas preguntas, desde quién tiene el paso en una esquina hasta cómo se debe transitar por la ruta… ellos son conscientes, ellos aprenden, ellos respetan… ¿y nosotros?

En estos meses, se ve en las calles de la ciudad poca conciencia de los hechos que enlutaron la misma. El control a veces está, las promesas siguen inconclusas, los padres al ir a buscar a sus niños a la escuela siguen incumpliendo normas, llamando a sus hijos desde la mitad de la calle, cruzando de vereda a vereda sin pasar por la esquina, estacionando sus vehículos en zonas amarillas y rojas… y los niños miran a sus docentes, como preguntando ¿a quién hacemos caso?

Un grupo de padres autoconvocados y directivos de escuelas, son los que ahora deben seguir los pasos de las autoridades para que las palabras que se dijeron no queden en el aire, pero ahora parece que también hay que seguir a las familias para que ellas también respeten las normas.

Los niños, portadores de buenas conductas… los adultos ¿serán mejores o peores estudiando que sus hijos? ¿O seguirán exigiendo buenas notas en vez de pensar en su salud y bienestar? El tiempo lo dirá.

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María José Beccaria

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