El voto de los adultos mayores

Primer ensayo de voto femenino organizado por la Unión Feminista. Preside la mesa la Dra. Elvira Rawson de Dellepiane, 1920 (Archivo General de la Nación).

“Si bien las personas mayores de 70 años están exentos de votar en las elecciones generales del país (por artículo 12 del Código Electoral), la mayoría de esa franja concurre a depositar su voto en la urna. Según indicaron desde la Secretaría Electoral, distrito Misiones, los ancianos si no están imposibilitados por su salud, participan del acto eleccionario”. Pero es información de la provincia de Misiones.

Sin lugar a dudas, hay habitantes que se deleitan con la eximición del voto porque consideran que es un alivio no ir a las urnas. “Me dijeron… ¡para qué vas a ir!” Lo he oído en Sunchales , así como nos consta que muchos son los que se adhieren totalmente a lo que expresa el artículo 12 del Código Electoral. Esto no significa que estén desposeídos de una idea política; es más una situación de incomodidad de la cual se consideran liberados. ¿O debiera decir “liberadas”? Creo que una mayoría de mujeres son las que evaden el compromiso.

Recuerdo a mi madre y su fastidio cuando debió obtener su libreta cívica para empadronarse y a partir de allí concurrir “igual que los hombres” al acto eleccionario. Parecen siglos de distancia con los reclamos del presente por la igualdad de derechos. Cambiamos el milenio, no obstante muchas estiman que no es importante este derecho y deber para los ciudadanos después de los 70. ¿Los “ancianos” de 70 años? Según estadísticas sanitarias, un argentino tiene 5 años más de expectativa de vida que la edad media mundial. Según datos de 2016 es de 77 la del país y la mundial, de 72. Pero de acuerdo al último informe (2019) de la Organización Panamericana de la Salud, se estima que en Argentina puede llegar hasta los 83 años.

¿De qué depende la inercia frente a la participación como votante? Comodidad, falta de valoración con respecto a la importancia de cada voto emitido, carencia de autoestima y por ende opina que su voto no es importante y puede obviarlo; castigo a los políticos decidiendo no elegir a ninguno, etc. Yo siento que es uno de los días más importantes de mi vida como habitante de esta Patria. Dejo de ser un número, una persona diminuta dentro de millones, porque me piden mi opinión y tengo la magnífica facultad de premiar o castigar, seleccionar a quienes, después de un mesurado análisis, considero más capacitados para conducir el timón de este barco que navega por aguas turbulentas.

No quiero acogerme a la exclusión que me facilita el artículo 12; me agravia el Código Electoral expresando que puedo prescindir mi voto y quedarme apoltronada e inerte en mi casa, sin ser parte del futuro de mi país, como un trasto inútil, sin discernimiento ni responsabilidad para seleccionar. En realidad, es un día de fiesta. Una fiesta rotunda, donde los habitantes eligen su destino ejerciendo un derecho constitucional.

Y los “ancianos” de 70 debieran dar el ejemplo como la gente de Misiones, siendo partícipes de la fiesta. ¡A no quejarse después si no los conforman los resultados! Vivimos aquí, en Argentina. La inoperancia nos deja en la antesala de la vida. ¡Y muchos queremos ser actores! Ser los dueños de esa virtud que se llama compromiso. Demos el ejemplo a nuestros nietos demostrando el sentimiento cívico por Argentina.

Del mismo autor

Relacionadas

Ultimas noticias